De los recursos, las garantías incuestionables.

Una cortina de humo, la gran mentira, que pretende esconder la trampa con la que estos "gestoresperfectos" nos quieren llevar a su terreno. Y voy a más, ni con la Salud, ni con la Educación, ni con la Seguridad, vamos a jugar. Estas tres bases de nuestra sociedad deben estar edificadas con total transparencia y gestión pública. Nada de medias tintas: la educación totalmente pública, la seguridad, civil y militar, igualmente; así como la sanidad. Son los derechos básicos que deben estar pactados y consensuados por encima de estas mediocridades cuatrieniales (periodos legislativos), que cada cuatro años plantean "deformaciones", por ejemplo en el período educativo de un simple ciudadano [si la escolarización obligatoria de un ciudadano pasa de  los 3 a los 16 años, redondeemos en 12 años, esta docena de aniversarios da para que en tres legislaturas pudiera alterar su "curriculo" hasta dos veces -después de la primera con la que empezara-]. No nos podemos permitir tal "mareo". Y nada más, el señor Navarro lo deja meridianamente claro, ¡no nos dejemos engañar!