lunes, 27 de agosto de 2012

sobre la obediencia, la apariencia y la inteligencia

reflexiones personales heterodoxas, las ubico aquí porque responden a esta búsqueda de, para qué usamos "la educación"


sobre la obediencia, la apariencia y la inteligencia



Existe una obediencia que bien puede originarse de la incapacidad o de la cobardía de una persona. Pero hay otra obediencia, inteligente, que nace de la disciplina y de la voluntad de quien obedece y organiza sus acciones hacia un fin, por tanto la obediencia no tiene que ser resultado de sumisión e incapacidad para decidir. 

La disciplina implica obediencia y la obediencia disciplina, ambas son necesarias, ya que regula toda nuestra dinámica, tanto personal como social. Pero no voy por la sociología, me preocupa la pedagogía. Así que lo que planteo va en relación con la respuesta a la esencia de la acción educativa. La verdadera educación si es algo es disciplina; supone aprender a controlar los tiempos y las necesidades. Ponderar su importancia y organizar y regular sus "cantidades a satisfacer". El miedo a la libertad proviene de la incertidumbre que se genera, y en cierto grado puede ser considerado como prudencia. Todos queremos acertar y nos da miedo el riesgo y el peligro.

Tanto la belleza como la fealdad son un camuflaje de la naturaleza y de la sociedad. Ni el feo tiene que ser torpe, malo o necio; ni lo bello, ágil, bueno e inteligente. Lo bello como lo horrendo, más que de un código estético de "interpretación" depende de algún elixir hormonal o alucinación sensorial.

Es por tanto la Educación de la Inteligencia* más que la "ilustración de conocimientos" lo que de verdad debiera preocuparnos, si bien los conocimientos informan de resultados y en qué condiciones, que siempre conviene tener en cuenta, al asumir responsabilidades profesionales o existenciales. Confundimos por educación la instrucción en el uso de las cosas, reservándome para la Educación la formación del uso de la vida

A menudo atribuimos por divulgación y repetición que la educación es mera transmisión de conocimientos y anexamos a los conocimientos el adoctrinamiento. Siempre tras el conocimiento hay, se dan, explicaciones "ónticas y metafísicas" que intentan captar y cautivar las mentes y las conciencias. Es muy difícil deslindar ambas acciones, cuasi el silogismo de Shylock**, pero he aquí la EDUCACIÓN DE LA INTELIGENCIA que debiera asemejarse a la contemplación y observación de la vida misma, agotando la simplicidad y huyendo de las apariencias. Anhelando la libertad y el pensamiento crítico, más allá de la sumisión alienante al poder absurdo y ciego.

*debiéramos esforzarnos en enseñar técnicas de estudio, estrategias individuales de aprender según el tipo de inteligencia que predomina en el estilo personal de aprender del alumno -porque la inteligencia se soporta sobre una persona, que tiene sus experiencias, y sus emociones y sus pasiones. No podemos negar esas fuerzas vitales. El alumno no es esa "tabula rasa" sobre la que ajenos a su materia biológica dictamos formulas matemáticas, reglas ortográficas, formulaciones y resoluciones de derivadas, si leyes naturales o cuánticas, historias y pensamientos ajenos en el tiempo.
**le sería imposible cumplir su sentencia como prestamista del pacto "leonino" entablado con su deudor: tomar una libra de carne del corazón, sin derramar una sola gota de sangre del prestatario.


martes, 21 de agosto de 2012

viene a decir una consigna ignaciana

"en tiempos de mudanzas no hacer cambios". Esto dicta la prudencia, así como el Sr. Amenabar nos recordaba (Los Otros), "un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar", y así iríamos mentando distintas sentencias de la sabia experiencia. ¿Pero por qué andan estos gobernantes con tantas prisas borbotoneantes, queriendo todo hacerlo en un instante?, ¿es distracción lo que pretenden... hacer quiebros y recortadillos? Y hablando de "cortadillo" me recuerdo a aquellos pícaros... él y Rinconete, también al Domine Cabra, e hilando, ¡cómo no!, lo que confesara el de Tormes hablándonos del consejo que le propinara el ciego: "¡necio!, aprende que el mozo de ciego un punto más ha de saber que el diablo, riéndose mucho de la burla." Esto le decía cuando descalabrado por el testarazo que le diera contra el toro de piedra al pie del puente y de como tal ejemplo le hizo comprender la lección, para que de una vez por todas, andara con las entendederas bien aguzadas y advertido para otras situaciones venideras. "Y fue así, que después de Dios, éste me dió la vida, y siendo ciego, me alumbró y adestró en la carrera de vivir."*

Así andamos ya escamados, y escaldados y también resabiados. Entre crisis, recortes y desbarajustes -más que ajustes-, yendo las costas siempre a descargar sobre los lomos de los mismos.

Y vamos, ¡como el que no quiere la cosa...! 

Cuando el Sr. Ángel Gabilondo proponía un pacto por la educación en la legislatura anterior, no quería el grupo opositor que ahora se desquita, y es que estos señores no son de pactos... PERO LA EDUCACIÓN TIENE QUE CONSOLIDAR UN PACTO. No nos podemos permitir este "ninguneo" a una profesionalidad que construye el futuro, ¡pues! ¿qué futuro queremos? Si ahora desbrozamos el presente... veremos entonces "¿qué tejemos con estas mimbres?"

* allá por la página 50 de "LA VIDA DEL LAZARILLO DE TORMES Y SUS FORTUNAS Y ADVERSIDADES ; Paris, 1827

miércoles, 15 de agosto de 2012

MAS ORIENTACIÓN Y MENOS SELECCIÓN

MAS INCENTIVACIÓN Y MENOS "HUNDIMIENTOS" PARA QUE FLOTEN LOS QUE DISPONES DE BUENOS FLOTADORES


La educación y la formación son las herramientas a transformar  y combatir la crisis; más que pruebas de SELECCIÓN, DISPONGAMOS DE UNA ORIENTACIÓN MÁS EFICIENTE QUE AYUDE A CANALIZAR Y RENTABILIZAR LAS COMPETENCIAS DE LOS CIUDADANOS.

Frente a este enfoque  aquí nuestro grupo popular intenta desviar esta vertiente hacia, ¡vean por donde  soplan los vientos!: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/08/13/actualidad/1344847801_517915.html

Consideremos que la cabeza está encima del corazón, dicho de otro modo, es el corazón quien sostiene y nutre nuestro intelecto. Parece que todo va pensado para la cabeza... y ¿qué del corazón, quién lo escucha?

jueves, 9 de agosto de 2012

lo formal, lo informal y el fracaso escolar



Resulta que hallándonos en este hemisferio del planeta Tierra e incidiendo los rayos solares su máxima acción, sobre la corteza su reacción, y en este momento o estación que denominamos estío, por la confabulación de corriente marinas y frentes atmosféricos como bien se predice vemos las mismas perseidas derretirse, nosotros declinamos institucional y tradicionalmente la realización de toda actividad que no sea recuperación.

Pero parados, el hecho es que no quedamos, así aprovechamos nuestras actividades de un modo INFORMAL para desarrollar acciones festivas y lúdicas que completan nuestro cultivo personal, aunque sean enmiendas y remiendas  (nunca encomiendas) reparando, distrayendo o leyendo, escribiendo, tal vez durmiendo. El hecho es que también INFORMALMENTE se aprende, es un aprendizaje más licencioso pero igual de eficaz y necesario.

Se divulgó, propagó en sus días la información de cómo Leonardo da Vinci, por ser hijo natural “no institucionalizado” no pudiera acceder a la universidad (Educación Formal); hubo que cultivar sus naturales facultades INFORMALMENTE, el hecho es que desarrolló una inteligencia practica, resolutiva, dando soluciones concretas y operativas. Literalmente nuestro Genio del Renacimiento fuera catalogado, hoy en día, FRACASADO ESCOLAR, excluido del sistema formal, sin expediente ni currículo académico.

La complementariedad de la formación informal y formal es necesaria para la construcción de las personas. La formalidad tiene siempre un tanto de artificio, y el artificio, conlleva ficticio. Lo artificial, como la inteligencia, simula al comportamiento de los humanos en sus funciones cognitivas, pero lo artificial, en su faceta formal no deja de ser espúreo, un símil, una ficción. La vida es menos predictiva, es cíclica, sí, pero sorprende y conviene por tanto andar preparado para las “improntas”.

Sobre lo espúreo de la formalidad, recordaré la respuesta dada por el Sr. Binet, cuando se le pidió definiera esa variable que el “medía” (“¿qué es inteligencia?:  inteligencia es lo que miden mis pruebas”) y se quedó tan a gusto. Y en sintonía con este pensar evoco un correo que recibiera de mi buena amiga Inma: “en la escuela se imparte la lección y luego te aplican la prueba. En la vida, se te aplica la prueba y tú extraes la lección”.  

Comentaba el otro día, con mi sobrino, como por ejemplo, los estilistas, cuidan su aspecto y conjugan su profesión con su persona. Al igual los monitores de actividades deportivas, mantienen un aspecto idóneo, elasticidad, musculación,… por tanto veo bien que quienes nos dedicamos a “transmitir” valores y conocimientos libremos este tipo de ejercitación mediante la reflexión, sintonizando y armonizando, tratando del todo en las partes y las partes del todo.

Me permito añadir este articulo que complementa mi aportación. Es otra óptica, mi concepción de la educación es de enriquecer, nutrir a la persona, dotarla de soluciones, prácticas y no tan prácticas como el cultivo de valores: valorar, confiar, tolerancia, autoestima, trabajo en equipo, colaboración... la oferta de selección, selección, y selección nos lleva a un terreno de fragmentación. Creo que tiene que ser el propio individuo quien opte por las metas selectivas, establecidas según para qué "funciones-especializaciones-profesiones-responsabilidades" no que se le impongan a modo de cribaje/limite/selecciones como siempre se utilizan. 

http://politica.elpais.com/politica/2012/08/12/actualidad/1344789978_144458.html

¡Bueno ya el artículo es bastante extenso, no lo alargo más!