viernes, 6 de junio de 2014

Tiempo de Cosechas


Ahora que estamos en junio y es tiempo de cosecha, académica, me permito este pensar. Quizás por esa relativización que nos damos con los años, al ver la dramática obra de la vida, no en el palco de honor -pues no voy buscando distingos- ni en el proscenio, sino entre bambalinas, puedo ahora comentar lo siguiente.

Fui estudiante y ahora magister. He aquí la explicación. Magister, por más de aquellos, que como los otros, tienen difíciles situaciones en, y para, prender, las “formalidades” convenidas por nuestra sociedad (si viviéramos en la selva, por supuesto no nos calentaríamos la cabeza con todas las tonterías que son motivos de evaluación, pero como esto es “civilización”, atolondradamente domesticados seamos. ¡Porque así lo manda dios, o quien dios le mande!)

El saber es mera distracción, se lo digo yo. Aprendemos por necesidad, ante la necesidad, pues disponemos de los medios de “información” al alcance, por libre divulgación. El que quiere aprender, prende, y el que no, por más que le “adhiramos”, des-prende.

Os voy a referir una experiencia personal, que después de muchos años olvidada, ahora, rec-obro –recuerdo el obrar-. Sucedióme que realizando los estudios que entonces correspondían a 6º año de Bachillerato Superior, suspendiera lo que el profesor de la materia evaluara, en junio, y también en septiembre. Por esa razón de que se obtura la materia, y atrancado, ni para atrás ni para adelante. Y como el sistema avanza, tanto que arrolla, si quería avanzar, debía superar.

Así pues estaba la cosa, si quería hacer el “Curso de Orientación Universitaria” había que pasar su tránsito limpio de polvo y paja, no podía hacerlo con alguna asignatura colgada, pues era selectivo, “¡no me cabían, ni medias tintas, ni medias verdades!”. 

Me inscribí en el C. O. U. con matricula “condicionada” Si aprobara en la convocatoria de diciembre, podría seguir “el curso de la historia”; si suspendía, quedaba estancado ese año hasta remontar. O retirarme Estas “experiencias, las tenía en esos años y circunstancias que no somos conscientes de nada”.
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Ha sido más la adversidad la que me ha guiado hasta donde he llegado, y también cómo. Siempre recuerdo un consejo de mi padre, pues como no he sido “alumno brillante” su consejo me asistía que fuera constante, y me recordaba una anécdota que contaban del autor de “Las Etimologías”, la cual según decían, Isidoro de Sevilla también era “durillo de mollera” y dificultoso en adquirir el saber.  Éste un día, sentado en el brocal de un pozo, se percató de cómo un material blando, la maroma que sujetaba la cuba con la que subían el agua, de las muchas extracciones, había ido yendo desgastando la dura piedra. Y así se concienció que la constancia podría deshacer las dificultades. Y así llegué yo también a la conclusión, que si no a la primera, sería a la última.

Y después de realizar muchos ejercicios, entre setiembre y diciembre, de aquella “Física” absurda, que no pensaba tocar más en mi vida; después de maldecir la inflexibilidad del profesor, preguntándome, ofuscado por la rabia, qué ganaba él con aquel suspenso y limitación ”que me infringía”; cosa que no llegué a entender, sino muchos años después

Aunque aprendí Física y la aprobé, materia que ya olvidé, aprendí, ante todo, a superar, a demostrarme que podía quedar por encima de aquella realidad, que me “determinaba” el horizonte. ¿Qué aprendiera? ¡Aprendí Física, pero sobretodo, “Vida”!

Posteriormente he tenido muchas situaciones que me determinaban las posibilidades concretas del entorno en situación adversa las cuales las voy superando con paciencia y constancia, creyendo que “más consigue el que quiere que el que puede”. y remontando, superando dificultades he llegado donde hoy.

Hemos de creer en nosotros mismos, y las circunstancias dificultosas, serán las ocasiones para comprobarlo. Por tanto más que aprender lo que enseñan aprendemos por el trato quizás la permisividad y la tolerancia o transigencia no me hubieran posibilitado despertar y concienciarme de ”el trabajo constante todo lo puede”; y un poco de suerte pues también las cosas, a pesar del mucho esfuerzo empleado, se tuercen.


La vida son oportunidades que hemos de saber aprovechar, unos sucumben, otros remontancomo las naves en el mar. ¡bueno tampoco la tozudez, también hay que analizar y planificar, concentrar los recursos... todo esto aprendí. Si fue Física, física sea; si vida, esta es la que vivo.

Ahora que estamos en junio y es tiempo de cosecha, académica, esto me permito pensar. A quien le valga que lo tome, a quien le aburra que lo ignore.


domingo, 1 de junio de 2014

dime de lo que presumes y te diré de lo que careces (y viceversa)


REFLEXIONES   PERSONALES   HETERODOXAS

Mis queridos alumnos, VOSOTROS SOIS “MI ESPACIO Y MI TIEMPO”, mi aquí y ahora. Nada existe fuera de este presente. 

Os comento el “ASUNTO DE LAS “CREENCIAS” con displicencia, porque no me es asunto de incumbencia: UN INSTITUTO, EN OTROS LUGARES DENOMINADOS LICEO, ESCUELA SUPERIOR,  ES COMO LA SOCIEDAD, EXISTEN “LOS DIMES Y DIRETES”, LOS MENTIDEROS Y LOS “CORREVEYDILES”. ... ...  ...

TODOS, “TODOS SE CREEN CON LA VERDAD”, TODOS Y CADA UNO, TODOS A CUAL MÁS, ASÍ ES LA ESTUPIDEZ, ATREVIDA. OSADA, DIRÍA QUE INCLUSO “IMPULSIVA” Y CIEGA.  SE SUPONE QUE EN LOS INSTITUTOS CUAL UNIVERSIDAD, RECINTO DE DOCTOS, RESUMAN VERDADES, PERO NO, SUS VERDADES PARCIALES, SON SIEMPRE TAN LIMITADAS QUE, EL MATEMÁTICO “OPINA” CUAL CIUDADANO DE LA VIDA, COMO O CUAL NEÓFITO.  AL  IGUAL QUE MÉDICO EN GEOGRAFÍA, QUE SABRÁ MUCHO DE ANATOMÍA PERO NADA O POR QUÉ DE TOPOGRAFÍA. Y ESTE ES EL PROBLEMA, EL PROBLEMA DE LA VIDA: LAS EXPECTATIVAS, ESO QUE LLAMAN CREENCIAS. LA SUPOSICIÓN DE QUE EL DE ENFRENTE ES COMO TÚ CREES QUE ES (NO COMO ES) Y ASÍ, “DIFERENTE”.

POR ESTA RAZÓN TENGO QUE ARMAR ESTA ARGUMENTACIÓN, ANTIGUA, SÍ; TRASNOCHADA, TAMBIÉN. SORPRENDENTE PARA AQUELLOS QUE “OPINAN-ASEVERAN” DESDE SU IGNORANCIA, PEDESTAL DE LA ESTULTICIA.
El “efecto Pigmalión”
   En el ámbito Educativo

Rosenthal y Jacobson estudian el efecto Pigmalión desde la perspectiva de la teoría de la profecía autorrealizada. Esta teoría la entendemos como uno de los factores que influyen en la motivación de los alumnos en el aula. Aparentemente parece que es un efecto mágico, pero no lo es, lo que ocurre es que los profesores formulan expectativas acerca del comportamiento en clase de diferentes alumnos y los van a tratar de forma distinta de acuerdo con dichas expectativas. Es posible que a los alumnos que ellos consideran más capacitados les den más y mayores estímulos, más tiempo para sus respuestas, etc. Estos alumnos, al ser tratados de un modo distinto, responden de manera diferente, confirmando así las expectativas de los profesores y proporcionando las respuestas acertadas con más frecuencia. Si esto se hace de una forma continuada a lo largo de varios meses, conseguirán mejores resultados escolares y mejores calificaciones en los exámenes.           
Gracias a : http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Pigmali%C3%B3n