sábado, 15 de agosto de 2009

Educación, Ciudadanía y Solidaridad

Si ETA llegara al gobierno,
mediante sus métodos conforme quiere,
¿cómo lo desarrollaría?
Este es mi pensamiento y esta es mi pregunta.

¿Sería el Estado de Derecho, su base programática?, probablemente no. Sería, sin poner en duda, la soberanía nacional del pueblo vasco y de la euskalerria franco española, absorbiendo a Navarra (sueño parecido al de Al Qaeda con su mitificada Al-Andalus, que piensan en “recobrar” Córdoba, Granada, Sevilla,… pero no sabríamos donde acabara, también podrían pedir en el lote, Toledo, Zaragoza, Valencia,… incluso el sureste de Francia)

¿Fomentaría las relaciones internacionales? O, fruto de su neuroticismo “persecutorio” imaginaría que los demás irían “a por ellos” y desarrollarían una escalada de exigente control policial y militar, tanto fuera como dentro de sus fronteras, sumiendo a la población en reclusos (como ahora pretenden mantener) mediante la intimidación, la extorsión, y llegado el caso, la represión.

ETA dice luchar por la libertad, sin embargo sus métodos son tan poco libres que se asemejan a los procederes de fanáticos. Su totalitarismo mental le lleva a la paranoia y como ésta, obsesiva y cerrada en su “discurso”. Este discurso, este “mantra” que con movimientos balanceantes repiten, momento por momento, para -“cual fiel a secta”- confirmarse “cátaramente” en su esquema mental, sin contaminar su discurso con las posturas de los otros CIUDADANOS VASCOS.

A sus conciudadanos, vascos como ellos, a los que anatemizan como extraños, o proscritos y traidores. Y aquí localiza la raíz del problema, en cuanto que unos pocos se creen en posesión de la verdad “vasca”, una verdad, arraigada en esa conciencia “sociológica y ascentral” de un pueblo osco y reticente al “extranjero”, porque su tierra y su raza no se la van a robar. Un tradicionalismo fundamentalista subversivo alumbrado en hogares, escuelas y capillas (creo que de antaño).

¿Por qué estoy escribiendo estas ideas?, porque me ha venido a la memoria una idea que mantenía allá por el 1982. Usando el símil de aquel trabajo de Hércules en el que para resolver el conflicto con Anteo no tuvo sino que tenerle levantado sin contacto con la tierra, su madre GEA, de la que recibía la vida una y otra vez. Sí, ETA cual monstruo, requiere ser desarraigada… y lo está siendo, desgraciadamente muchos héroes sucumben, y el precio de sus vidas es un costo, que hace temblar nuestra generosidad.

La mayoría, basada en el estado de derecho, siendo conscientes que el derecho se ha constituido en la experiencia humana a través de la historia, y que el grado de humanidad que contiene, se ha transformado en “sagrado” para la ciudadanía. No es el derecho de la mayoría, sino que la mayoría sostiene el estado de derecho, patrimonio de civilidad y de HUMANIDAD, testimonio de unos derechos incuestionables e inquebrantables para cada ser humano, al margen de territorio, raza, condición, religión,… Este valor es en justicia, la fuerza y convicción que nos alienta. Y precisamente lo injusto es que mientras que, por nuestros valores y principios existenciales estamos convencidos que ellos deben participar de nuestro común espacio democrático, ellos soezmente se valen de nuestras “vidas” para traidoramente y traicioneramente arrebatárnosla.

Estos valores son los que se han de transmitir y salvaguardar, la educación, la escuela ha de ser usada para preservar la esencia de las experiencias, hay un momento que nos tendremos que preguntar si es más importante saber sumar (que lo es) o si es prioritario que el ciudadano sea consciente –a través del conocimiento y la experiencia-competencia- que es necesario ser profesionales pero antes que nada ciudadanos.

El valor, la valentía, el coraje se tiene o no, nacemos o no con él, lo llevamos en la genética y este no es dotación de una particular raza, la honradez, la inteligencia,… son propiedades particulares pero los usufructuarios somos todos. Por recurrir a tópicos: ¿quién defendió Zaragoza? Catalina o Palafox, una mujer valiente o un general con honor. Llegado el caso los dos, como así se resolvió. Pero la sangre derramada tras la batalla emprendida fue mucha más de gentes anónimas que igualmente defendieron el puesto y la plaza. Y es que tan necesario es el médico, que el enfermo, el comprador que el artesano, el trabajador que el empresario, … y cada cual acate sus reglas (reglas pactadas por supuesto). Educación es por tanto “estilo”, temple, y sobretodo acuerdo, concertación, CIUDADANÍA.