martes, 21 de agosto de 2012

viene a decir una consigna ignaciana

"en tiempos de mudanzas no hacer cambios". Esto dicta la prudencia, así como el Sr. Amenabar nos recordaba (Los Otros), "un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar", y así iríamos mentando distintas sentencias de la sabia experiencia. ¿Pero por qué andan estos gobernantes con tantas prisas borbotoneantes, queriendo todo hacerlo en un instante?, ¿es distracción lo que pretenden... hacer quiebros y recortadillos? Y hablando de "cortadillo" me recuerdo a aquellos pícaros... él y Rinconete, también al Domine Cabra, e hilando, ¡cómo no!, lo que confesara el de Tormes hablándonos del consejo que le propinara el ciego: "¡necio!, aprende que el mozo de ciego un punto más ha de saber que el diablo, riéndose mucho de la burla." Esto le decía cuando descalabrado por el testarazo que le diera contra el toro de piedra al pie del puente y de como tal ejemplo le hizo comprender la lección, para que de una vez por todas, andara con las entendederas bien aguzadas y advertido para otras situaciones venideras. "Y fue así, que después de Dios, éste me dió la vida, y siendo ciego, me alumbró y adestró en la carrera de vivir."*

Así andamos ya escamados, y escaldados y también resabiados. Entre crisis, recortes y desbarajustes -más que ajustes-, yendo las costas siempre a descargar sobre los lomos de los mismos.

Y vamos, ¡como el que no quiere la cosa...! 

Cuando el Sr. Ángel Gabilondo proponía un pacto por la educación en la legislatura anterior, no quería el grupo opositor que ahora se desquita, y es que estos señores no son de pactos... PERO LA EDUCACIÓN TIENE QUE CONSOLIDAR UN PACTO. No nos podemos permitir este "ninguneo" a una profesionalidad que construye el futuro, ¡pues! ¿qué futuro queremos? Si ahora desbrozamos el presente... veremos entonces "¿qué tejemos con estas mimbres?"

* allá por la página 50 de "LA VIDA DEL LAZARILLO DE TORMES Y SUS FORTUNAS Y ADVERSIDADES ; Paris, 1827

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