sábado, 30 de abril de 2011

Santo, Santo, Santo, es el Señor, Dios del ...

¡Nada, que me lo hacen santo en un pis, pas!

¡Y por mí como si lo hacen rey!, ¿o esto es poca cosa? Llega un momento que como el que no tiene dinero, y de buenas le cae "el gordo", lo mismo se cosca con 100 millones que con 200, ¡es tanto, para quien no tuvo nada!

Pues nada, ¡"habemus papa"! y ahora "habemus santo", porque a éste lo ponen en los altares dentro de poco, incluso alguna que otra basílica ya la estén montando para la ocasión. ¡Bueno!, ¿y qué?, pues ¿no se montan el cotarro?, pues ¡ya que lo montan, lo montan bien!

La iglesia católica se alimenta así misma, viene a ser cual sistema piramidal, el cual se sobrevalora al costo de lo que le va, su producto: la salvación eterna. Y ahora hay que cotizar, hay que aprovechar el tirón, ¡pues que sea!. Solo Dios es capaz de hacer milagros, curiosamente, va y hace, por MEDIACIÓN del señor Carlos Wojtila, uno a una monjita con parkinson, no muy grave... mientras que no es capaz de hacer un milagrito para que se resuelvan las muertes en Siria, ¡un poner de ejemplo!, pero en la carta de pedidos, no está éste, el milagrito hay que pedirlo y de forma individualizada, a ser posible en una capillita.

Ahora toca este festival de rezos y cuantos crédulos -más que creyentes- tan contentos de vivir en la "cueva de Platón". Ellos que están todos los días, y el día completo, de dicharacheos con dios, no se terminan de enterar que el Jesús que les "engendró" veía de muy malos modos las tantas ceremonias del "Templo" y echaba en falta, a los ... (consúltese en Wikipedia)

¡Nada, tocan a rezos, recemos! Al menos en las jaculatorias encontremos un anestésico a nuestras angustias.

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