SUSTENTOS DEL PODER
¿POR QUÉ ESTE ENTRAMADO DE RELIGIÓN Y
PODER?
sobretodo en el "concubinato de conservadores y eclesiásticos"
La verdadera esencia, sentido e identidad de la DEMOCRACIA
radica en la premisa y consideración, que cada hombre-mujer, es libre,
independiente y soberano para gestionar-gestar sus decisiones. Nadie es más
que el otro, y por tanto, las tomas de decisiones democráticas SON
ENCOMIENDAS hechas a diputados-delegados-representantes DE LAS QUE DEBEN
DARnos CUENTAS.
Es incongruente para la propia Democracia que exista
“iguales” y desiguales. Cuando las mayorías aplastan a las minorías, ya se rompe el sentido mismo
de la democracia… puesto que EN DEMOCRACIA se trata de tejer “consensos” que a todos convenga Y CUAL HERENCIA,
NINGUNO SALGA MALPARADO. Una democracia que se impone a unos cuantos
“en base a la mayoría” es desquite… algo así como abuso del mayor sobre el
menor. [Y LO QUE ES EXCEPCIÓN, SE HA HECHO REGLA].
Yo, que antes de ser cura, fui fraile, y antes que sacristán,
monaguillo, así como antes que rey, plebeyo, viendo como con los años, cual
rayos Röntgen, busco palpar lo que detrás de las apariencias se esconde… Y así,
observando a esos que desde “su cielo” nos pisotean, les respondo: "un dios que
genera preferencias entre sus propios hijos, no es ni dios ni padre". Propio
es de los hijos, crear diferencias, pero no cabe en el propio padre, y si como
padre pudiera, como Dios, ¡nunca! Y SI EL MISMO DIOS NOS HICIERA IGUALES
¿A QUÉ ESTA DESIGUALDAD TRAICIONERA?
Dios, es esa autoridad máxima que determinados hombres en el
poder, impone a los demás para “legitimizar” las “normas llamadas leyes”, que
al gobernante conviene y cuya aplicación manipula a su conveniencia.
¡Claro! que el poderoso se ha basado en esa energía cósmica “plural”
que fluye en toda la existencia… por esta razón hay tantos dioses; porque en
cada momento, el grupo dominante ha utilizado a esas “manifestaciones y
plasmaciones” (antes se fundaban religiones, del Renacimiento para acá “iglesias”)
Pero no quiero confundir… está “La Energía”, y está esa
imagen de Dios que nos creamos y creemos. Pasa como con el lenguaje, según las
palabras, así los conceptos con los que pensamos. Como el pensamiento es
fluido, hemos de organizar el discurso, pero éste va a determinar su función y
aplicación pragmática… (…en
el principio era el verbo y el verbo era dios… y en su dinamismo… se hizo
carne, y habitó entre nosotros… -del “Evangelio” de Juan-)
Y volvamos a la esencia del poder, la autoridad, ésta nace
y viste a la persona que es capaz de guiar a buen puerto la nave. Pero la
nave va con su tripulación, a la que sabe mandar-gobernar y les protege y les cuida. De este
modo, su tripulación y su mando son una sola cosa. En esta sociedad cada uno
hace una cosa. Que cada uno haga lo que sabe hacer bien, y así lo haga, y de ello responda. Tan
importante es gobernar, como curar, enseñar o construir casas o puentes… Si
establecemos “castas” ya estamos destrozando la misma democracia, nadie es más
que otro.
[¿Si hemos tenido reyes-tontos, por qué no tontos-reyes…?]
¡Ya veis, religión y democracia no pueden ir de la mano!... aunque
en los Estados Unidos de América se agarraran a él para deificar la convicción de “diversos y
unidos”, que como slogan queda bien. Sólo como slogan.
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