De cara al día
del padre me permito dos reflexiones que se funden en una conclusión.
“El padre”, un ser
concreto, mitologizado y deificado, pasando por la jurisdicción. Del ser
parental, (elaboración concreta) al icono y tótem de una estructuración social
(elaboración formal)…
¿Qué hay detrás de la
exaltación de “el pater”, (Si, con el articulo delante para enfatizar más la
figura…) sino “potestas y majestas”… Ciertamente hay estructuración mental y por tanto
social…
Por esta razón me he
permitido inculcar una dosis de … inoculación, por ver si desde los ciudadanos
se desarrolla una inmunización… que pudiera prevenir ciertas resistencias a la
toxicidad de ciertas prácticas informales, también formales, educativas…
En el fondo “el padre”
es un troquelado social, impreso emocionalmente a partir de una relación
afectiva… de dependencia. Mediante esta reflexión he querido desdoblar/escindir
los dos constructos que se mezclan en una “figura” … de la relación de poder, tanto del
“patriarca como de la matriarca”, pues ambas figuras imponen normas
reguladoras… que pueden ser desarrolladas tóxicamente convertidas en
paternalistas-maternalistas, desembocando en “machismo” o el poder arbitrario y explotador sobre la familia o la
comunidad “dependiente”.
Sobre este tipo de
relación presento la solución para que tanto el padre como el hijo se redescubran
como adultos. La relación de dependencia paterno filial debe madurar
transformándose hasta alcanzar una relación de igual a igual. Y concebirse
de/con pleno derecho en un nivel de total dignidad e independencia. Este ESTADO DE DERECHO subsecuente e
inherente armoniza las relaciones “entre iguales” … basado en el principio de inocencia, para garantía
de esta relación entre iguales. Y sobre este mismo principio reclamo el principio de inteligencia, para
reclamar esa “inteligencia múltiple” que Howard Gardner describiera frente a la
tiránica inteligencia “analítica” procesadora de datos… que denosta a las demás
maneras de conocer e interaccionar…
Del modelo social paso al modelo
personal, apoyándome en la “estructura de la personalidad” que
configura, al fin y al cabo, la identidad de cada persona. Esta estructura
requiere de la flexibilidad necesaria para facilitar el paso a la síntesis de
aspectos normativos y reguladores con los aspectos imaginativos y dinámicos en
el espacio de la realidad, integrándose en armonía para proporcionar seres
autónomos e independientes, libres y capaces de mantener transacciones fluidas
y eficientes, adaptativas y pragmáticas en su medio familiar y social.
"el padre" está en cada uno de nosotros, mediante nuestra voluntad podemos gestarnos como queramos... la autorealización y el desarrollo personal... pasa por este proceso de integración en armonia...