Hay quienes quieren
entender la vida como un guión, que nosotros actores desarrollamos. Y cual obra
dramática, ya comedia, drama o tragedia, nuestra condición de actores nos
"determina" a su desarrollo, que como "buen profesional" y
aunque según el reparto, a unos el papel de protagonista y otros, de
secundarios... cada cual interpreta.
Mi convencimiento va en
disentir –por discutir-, de lo "preestablecido", y cierto es, que la
genética me predispone... también donde vivo, duermo o como, y con quien...
Cierto si fuera, que si es un "papel" mi vida, no debo de ser pretencioso y ufano ya que, no es mérito el mío porque me fue dado. En fin sea
ganado u otorgado, es cosa que por mi ejecutado, y de este hacer, por mi conciencia
e inteligencia, acierto y error, por convicción y honor, voy respondiendo lo
mejor que sé y puedo desarrollarlo.
Ahora tengo, de años, 59,
así que en lontananza ya empiezo a mirar las cosas desde una perspectiva
distante... Nací un día 11 del mes 5º, de un año contado conforme a un modo del que
resulta transcurrido, entonces, 1956 las veces... las translaciones o
circunvoluciones de este planeta a su estrella.
En fin, pudiera ser que de igual modo o manera que existen unos
caminos u órbitas para los astros, quizás algo mantenga el equilibrio en
este conglomerado de humanos, y en dependencia con ellos, también me determine
y limite... Pero entonces, ¿si estamos preestablecidos,
en qué juega su juego nuestra libertad, puesto que nuestros actos son o lo
fueran de un autómata preprogramado?
Y de las leyes cósmicas y
naturales como incendios devastadores o tsunamis, inundaciones, terremotos,
plagas y sequías... Desgracias que sólo buscan el reequilibrio con el que
reposicionar un orden que supera
nuestras mentes y en el que nuestras decisiones, esfuerzos, proyectos
sufren naturalmente revuelcos para que, siempre, la naturaleza siga el curso
natural, su "órbita" en algún momento establecida.
Siendo pues la acción
humana ajena a sus propias decisiones y deseos, una alternativa más en las
opciones de los eventos naturales, entonces, ¿si mi conducta, fuera la más
noble o malvada?, en nada influyera en el devenir de los aconteceres de este
Cosmos reglado frente a un Caos demolíente. ¿Hubiera, entonces un Quién que al
iniciarlo lo diseñara, o sólo el azar y el consiguiente equilibrio de fuerzas
" gravitacionales" -o si es esta misma organización de la energía la
propia ley en si (que a su gusto un ser)- lo estableciera?
Entiéndome por tanto que
si aceptara ser resultado de un destino o guión establecido, mi libertad poco
importa y así mismo, cual molécula en este magma de la naturaleza, también en
su dinamia sumergido y a su destino, destinado. No por tanto por mis
decisiones, voluntad y hechos, sino por
otras reglas, cauces, fuerzas, órbitas, sinergias, derivado.
Las explicaciones
inexplicables, las teorías y elaboraciones, religiones y confesiones... Olvidan
la regla básica... Ni la influencia de los astros nos "determinan"
porque existimos como moléculas de elementos previos, conformando unas veces
vapor o líquido, dando apariencia a
fluido o a sólido, ya grano de sílice en roca o arena y si ésta,
suspendida en el aire o revuelta en el río o en el mar. Somos transformación, no decisión.
Y todo esto para terminar diciendo lo ya expresado
hace 2.500 años, 25 siglos, cuatro antes de nuestra Era, o referencia
cronológica, por Heráclito de Éfeso, un griego que obtuvo la reflexión mirando
el continuo del flujo de un río de su Jonia natal.
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