La
función del trabajo: vivir la vida
-dinero
frente a autorrealización-
La función del
trabajo tiene una doble interpretación funcional: “ganarte la vida, como
puedas” y otra significación “autoconstructiva”, fundiendo tu vida con tu hacer
(hacer siendo).
Puedes decidir
tomar la tarea del cada día como algo “material”, haciendo lo que haya que
hacer, lo que sea, es un concepto de trabajo “exógeno”; pero hay también una
interpretación “proyectiva” donde fundes tu vida con tu hacer.
Este último modelo
de autorrealización, usa tus fuerzas para aunar y construir un mundo más tuyo.
Pasamos de esclavos a artífices, de cosa-objeto a artífice-sujeto. Pero
trasladémonos a un plano personal:
Si
de verdad te sientes seguro de tu decisión y opción, no nos debiera importar lo
que los demás le mereciera opinión. Convendría más tener en cuenta que lo que
elegimos, lo fundiremos con nuestra existencia.
Es
una realidad que nuestra vida laboral se funde con nuestra persona, y determina
nuestro “self”. Será un acto artificial pero nos “standarizará”… La decisión es
de cada uno, una decisión que arrastra de tu identidad, y es necesario que haya
sintonía entre los dos factores… ¡al final te miraras al espejo y te dirás, soy
feliz porque me siento competente y coherente!
Hay
también personas que buscan en el
trabajo/opción laboral lo que no tienen/ni han integrado en su persona… porque
han optado por enmascararse y camuflarse… este tipo de personas desprecia a
otros por su opción-estatus económico…. Es de nula inteligencia, así como
moral superficial, “explicar la identidad personal” por la circunstancia/rol
temporal laboral. Nadie es más o menos por el puesto laboral que ocupa.
Es la persona la que engrandece al puesto… y los hados nos libren de aquellos
ineptos en altos puestos, puestos que buscan para compensar sus defectos, y en
nada beneficia al resto.
Hoy día se favorece el concepto “mecanicista” del trabajo,
pero debemos reivindicar, la profesionalización y la vocación,… acaso, ¿por qué
juegan los futbolistas?, porque les gusta, disfrutan y además ganan lo que
ganan… ¡pero es así como rinden…!, ¡No
nos engañemos, que no nos engañen!